Importancia de la motivación en el ejercicio
La motivación juega un papel crucial en la adherencia y éxito de cualquier programa de ejercicio. Sin embargo, no toda motivación es igual. En el ámbito de la psicología del deporte y el ejercicio, se distinguen dos tipos principales de motivación: la motivación intrínseca y la motivación extrínseca. Ambas son fundamentales para comprender por qué las personas se comprometen con la actividad física y cómo pueden mantenerse en el camino hacia sus objetivos de salud y bienestar (Martin, 2008).
Motivación Intrínseca
La motivación intrínseca se refiere a realizar una actividad por el puro placer y satisfacción que esta proporciona. En el contexto del ejercicio, una persona con alta motivación intrínseca se ejercita porque disfruta la actividad en sí misma. Esta forma de motivación es particularmente poderosa porque está profundamente conectada con la autodeterminación y el bienestar personal.
Beneficios de la motivación intrínseca
Persistencia y Consistencia: las personas motivadas intrínsecamente tienden a mantenerse constantes en su régimen de ejercicio porque lo disfrutan. No dependen de recompensas externas para continuar.
Mayor Satisfacción: al disfrutar del ejercicio, estas personas experimentan una mayor satisfacción personal y emocional. Esta satisfacción contribuye a un ciclo positivo de comportamiento y actitudes hacia la actividad física.
Reducción del Estrés: la actividad física realizada por placer tiende a ser menos estresante y más relajante, contribuyendo a una mejor salud mental y emocional.
Estrategias para fomentar la motivación intrínseca
Variedad y diversión: incorporar una variedad de actividades que sean divertidas y desafiantes puede ayudar a mantener el interés y la diversión en el ejercicio.
Metas personales: establecer metas personales y alcanzables puede aumentar la sensación de logro y satisfacción.
Autonomía: permitir que las personas elijan sus actividades físicas puede aumentar su sentido de control y disfrute.
Motivación extrínseca
La motivación extrínseca se refiere a realizar una actividad para obtener una recompensa externa o para evitar una consecuencia negativa. En el contexto del ejercicio, esto puede incluir motivaciones como perder peso, ganar un premio, o cumplir con las expectativas de otros.
Beneficios de la motivación extrínseca
Inicio de la actividad: la motivación extrínseca puede ser muy efectiva para iniciar un programa de ejercicio. Las recompensas tangibles o sociales pueden proporcionar el impulso necesario para comenzar.
Logro de objetivos específicos: las recompensas externas pueden ser un gran incentivo para alcanzar metas específicas a corto plazo, como perder una cantidad de peso o completar una carrera.
Reconocimiento y apoyo social: la motivación extrínseca a menudo involucra el reconocimiento de los demás, lo que puede aumentar la autoestima y el sentido de pertenencia.
Estrategias para fomentar la motivación extrínseca
Recompensas tangibles: ofrecer incentivos como premios, descuentos, o beneficios puede motivar a las personas a seguir su rutina de ejercicio.
Competencia y desafíos: participar en desafíos o competencias puede proporcionar un estímulo adicional para mantenerse activo.
Apoyo social: el apoyo de amigos, familiares o grupos de ejercicio puede ser una fuente poderosa de motivación extrínseca.
Integración de ambas motivaciones
Aunque la motivación intrínseca suele ser más sostenible a largo plazo, la motivación extrínseca no debe ser subestimada. Una combinación equilibrada de ambas puede ser la clave para mantener un programa de ejercicio efectivo y satisfactorio.
Cómo combinar ambas motivaciones
Establecer recompensas iniciales: utilizar recompensas extrínsecas para iniciar la actividad y gradualmente encontrar placer en la misma para desarrollar motivación intrínseca.
Refuerzo positivo: combinar elogios y reconocimiento (motivación extrínseca) con la creación de un ambiente divertido y desafiante (motivación intrínseca).
Progreso personal: celebrar los logros alcanzados con recompensas externas mientras se fomenta la apreciación del progreso y las mejoras personales.
En resumen, tanto la motivación intrínseca como la extrínseca tienen roles importantes en el ámbito del ejercicio. Comprender y utilizar ambas formas de motivación puede ayudar a las personas a iniciar y mantener una rutina de ejercicio efectiva, logrando así una mejor salud física y mental. Integrar estrategias que fomenten ambas motivaciones puede proporcionar una base sólida para un estilo de vida activo y saludable.
Bibliografía
▪ Martin, G (2008). Psicología del deporte. Prestice Hall.