Afrontamiento psicológico del dolor
El término "crónico" asociado al dolor nos indica el impacto emocional significativo que este puede tener en el paciente. El dolor crónico se refiere a un dolor persistente cuya duración es incierta, lo que conlleva un sufrimiento prolongado que afecta el estado de ánimo y las emociones del individuo. Este dolor continuo puede alterar el estado psicológico del paciente, por lo que es crucial considerar el tratamiento psicológico como una herramienta principal para su manejo (Molina y García, 2021).
El dolor crónico puede surgir de diversas condiciones, como la lumbociática, el síndrome doloroso regional complejo, la fibromialgia, el dolor miofascial y el dolor de miembro fantasma (Villalobos, 2015).
Factores cognitivos, conductuales y emocionales del dolor
Aunque la mayoría de los casos de dolor crónico están relacionados con enfermedades físicas, los trastornos somatomorfos, que no se explican por lesiones orgánicas claras, son un fenómeno aparte que se abordará en otro momento. Aun en los casos con una condición médica identificada, la actitud del paciente y las estrategias de afrontamiento empleadas son determinantes en el nivel de afectación del dolor (Zaneti, Martínez, Castillo, 2020).
El dolor físico puede generar un ciclo vicioso de pensamientos negativos como "no puedo más" o "es insoportable", lo cual desencadena emociones negativas como frustración, ira, miedo, ansiedad y tristeza. Estas emociones aumentan el estrés y la tensión muscular, incrementando así el dolor físico (Gallach, 2016). Las intervenciones psicológicas buscan romper este ciclo vicioso, de modo que, aunque el dolor persista debido a la condición médica, no se vuelva incontrolable.
Es fundamental abordar las distorsiones cognitivas, como la catastrofización, donde el paciente imagina el peor escenario posible y duda de su capacidad para manejarlo. La evidencia muestra que quienes padecen de esta distorsión reportan mayores niveles de dolor y de inadaptación (Regner y Rosales, 2019).
Técnicas de intervención psicológica
Las intervenciones psicológicas se centran en tres áreas principales: desarrollo de conductas alternativas, cambios en el estilo cognitivo y control sobre la activación psicofisiológica. Cada intervención se ajusta a las características del paciente, por lo cual no se define un conjunto de etapas comunes a seguir (León, 2007).
Desarrollo de conductas alternativas
Reducción del aislamiento y aumento de actividades gratificantes: Es importante motivar al paciente a interactuar socialmente y a participar en actividades que les resulten placenteras.
Aumento progresivo de la actividad física: El ejercicio tiene un efecto antidepresivo, lo cual es útil para pacientes con síntomas de depresión. Es crucial adaptar las rutinas a las habilidades y limitaciones del paciente, incrementando la intensidad de forma gradual para obtener beneficios (Arena, 2002).
Cambios en el estilo cognitivo
Autovaloraciones negativas: Los pacientes pueden percibirse a sí mismos como ineficaces y desvalidos. Es esencial fortalecer su autoconcepto y fomentar conductas de autoeficacia, la creencia en sus propias capacidades para manejar situaciones.
Focalización del dolor: Es común que los pacientes enfoquen su atención en el dolor. Enseñarles a dirigir su atención hacia otros estímulos menos estresantes puede reducir la percepción de la intensidad del dolor.
Control sobre la activación psicofisiológica
Relajación: El entrenamiento en técnicas de relajación es eficaz para pacientes con ansiedad y estrés, ayudándoles a reaccionar de manera diferente ante situaciones tensas.
Visualización guiada: La meditación y otras técnicas cognitivo-fisiológicas pueden inducir una desactivación fisiológica y emocional, reduciendo la percepción subjetiva del dolor en pacientes con enfermedades oncológicas en cuidados paliativos (Cereghino, Rivas y Sosa, 2018).
Bibliografía
▪Arena, J (2002). Chronic pain: psychological approaches for the front-line clinician. Journal of Clinical Psychology, 58, 1385-1396.
▪ Cereghino, D., Rivas, A. y Sosa, M. (2018). Uso de la Técnica de Visualización Guiada como intervención psicológica en la Percepción Subjetiva del Dolor en pacientes con enfermedad oncológica en cuidados paliativos en el Hospital Divina Providencia en el Periodo de marzo a agosto del 2018. Tesis licenciatura psicología. Universidad de El Salvador.
▪ Gallach, E. (2016). Manejo del dolor crónico: Técnicas psicológicas. Editorial Médica.
▪ León, M. (2007). Tratamiento del dolor crónico desde la terapia de la conducta. Revista costarricense de psicología, 26, 11-21.
▪ Molina, V. y García, M. (2021). Afrontamiento psicológico del dolor crónico: depresión y ansiedad. N Punto, 41, 34-58.
▪ Regner, F. y Rosales, G. (2019). El impacto de la catastrofización en la experiencia del dolor crónico no oncológico. XI Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. Buenos Aires.
▪ Villalobos, L. (2015). Biorretroalimentación EMG para el dolor de miembro fantasma constrictivo: un informe de tres casos. Clínica y salud, 2, 97-102.
▪ Zaneti, P., Martínez, R., Castillo, D. (2020). El dolor: algunos criterios desde la psicología.